6. 14 De revolutionibus orbium coelestium

EL SILENCIO DEL MUNDO.

(EL HABLA DEL MUNDO)

Hay saberes, pequeños saberes que no se han perdido, saberes que tienen nombre y apellidos y que se encuentran infiltrados en nuestra historia. En contra de las visiones más pesimistas es este el dato curioso: “Es posible”. Dato curioso y alentador, alentador por que como una alquimia parecen sustentados sus decires en la posibilidad de este hecho, en la posibilidad de penetrar la historia.

¿Existen esos ‘centros de poder’ capaces de demolerlo todo? ¿O son solo la inercia de estructuras arcaicas que terminarán por derruirse por sí mismas?

6. 15 EL DECIR CONTINGENTE

Estamos demasiado acostumbrados a identificar al sujeto no con el que piensa sino con aquel que se compromete en la asociación libre a decir lo que se le ocurra.  Definiendo lo real por la exclusión de todo sentido. Al hacerlo, introduce entidades que no son un ser o cuya unicidad no se define alrededor de un punto íntimo de identidad consigo mismo.

6.16 DISCIPLINA DE VIDA

El impulso afectivo es el sujeto —también en el hombre— de una primaria sensación de resistencia, que constituye la raíz de toda posesión de “realidad” y “efectividad” y en especial la raíz de la unidad de la realidad y de la impresión de la realidad, que precede a todas las funciones representativas. Las representaciones y el pensamiento mediato nos indican solamente el modo de ser y el diferente ser de esa realidad; pero ella misma, como “realidad” de lo real, nos es dada en una resistencia universal, acompañada de angustia, o en una sensación de resistencia.

El amor, alma de la Estética, es la fuerza que emprende la reintegración de lo disperso a lo Absoluto. La ley del espíritu (su función estética) es realizar una coordinación viviente de los heterogéneos sin sacrificar la cualidad. Las imágenes vivas de las cosas las maneja el espíritu humano en el crisol de su triple a priori estético: ritmo, armonía y contrapunto. Aquí reside la belleza. La operación estética, en esencia, radica en incorporar el movimiento de las cosas al ritmo del alma, brotando de este concurso la unidad fundamental del yo. Por caminos de emoción existencial el Universo se presenta como un cuerpo único con irradiaciones emotivas. Todo es ser y todo, para ser, participa en una misma sustancia, aunque en diverso grado y calidad, según su cercanía del Ser Absoluto.

6. 17 A ADÁN

Adelante, tú, niño chico, ganador y perdedor, sabías que vendrían sobre la verdad y el engaño, visionario y prisionero, nadie sabe de dónde eres, cuán cerca o cuán lejos estás de los que te miran.

Aquel cognoscere in lumine Dei de San Agustín, es donde se verifica y se cumple la formación de tu cultura, de espaldas al simple propósito, al simple querer. Extrayendo tu verdad de la misma Divinidad, de la misma fuerza y pureza del aliento divino.

6. 18 MORFOGENÉTICA

A modo de revisión, los campos morfogenéticos son los esquemas que almacenan la información acerca de cómo va a evolucionar cualquier «forma» de conciencia. Toda la materia y toda forma de conciencia, desde lo micro hasta lo macro, se manifiestan a través de estas plantillas de impresión morfogenética.

6. 20 ¿QUÉ SABE LA MATEMÁTICA SOBRE SÍ MISMA?

“El sujeto no se equivoca por identificarse con su conciencia, como ustedes me lo hacen decir, Dios sabe por qué,  sin embargo desde allí solo puede dejar escapar la topología que de él se juega en esta identificación”

(Jacques Lacan. Otros Escritos.)

“La caballería andante (…) es una ciencia –replicó don Quijote– que encierra en sí todas o las más ciencias del mundo, a causa de que el que la profesa ha de ser jurisperito y saber las leyes de la justicia distributiva y conmutativa, ha de ser teólogo (…); ha de ser médico (…); ha de ser astrólogo (…); ha de saber las matemáticas, porque a cada paso se le ofrecerá tener necesidad dellas (…)”.

Don Quijote de la Mancha, II, 18

Nos advierte Max Schiler que no deben buscarse nunca en último término certidumbres teóricas previas a esta autocolaboración. Ingresar personalmente en la tarea es la única manera posible de saber del ser existente por sí.

6. 21 SUJETO Y CONCIENCIA

El sujeto se identifica con su conciencia.

Hasta donde sabemos el sujeto se identifica con su conciencia y de ello se deriva el origen de su subjetividad.

Subjetividad no es en ningún caso desestimación de las causas objetivas.

Hemos considerado diversas maneras en las que el sujeto puede penetrar más allá de los dominios de su propia subjetividad, a través de lo trascendente, a través de lo onírico, a través de la belleza, en definitiva a través de su contacto con el mundo.

Las cadenas que esbozamos en nuestros argumentos no tienen una voluntad deductiva sino intuitiva. No se encuentran ligadas entre sí, son impresiones que si bien pueden recrear un tejido, no tratan de deducir el resto de verdades que la mente no ve con claridad.

Tratan de penetrar en cada instante, en una realidad que permanece olvidada en el fondo de nuestra mente y que es recreada constantemente fuera, es existente externamente a nuestra mente.

Hay ideas clave expresadas con claridad, pero dado que cada individuo es un universo, no puedo sospechar los caminos andados por otros seres como yo. Empero creo en una conciencia universal y simple. Y creo en la colaboración.