6. 02 EL ACTO

No se puede afirmar A.

Afirmar que no se puede afirmar A, tanto como afirmar A, son erróneos. B es verdadero.

Yo no puedo afirmar que ‘nada puede ser objeto de conocimiento’, ya que implica que yo elevo esta afirmación a la categoría de algo que puedo conocer. Pero cuando soy consciente de que esta afirmación resulta autocontradictoria, ¿de dónde obtengo ese conocimiento? De un pensamiento lógico, y este pensamiento lógico ¿es real?, ¿no nace en sí de la creencia de que puedo conocer? Es creencia, no conocimiento. No podemos refutar que ‘nada puede ser objeto de conocimiento’ en base a una creencia, por muy lógica que esta pueda aparentar ser. Bastaría afirmar: “Nada puedo conocer, más nada puede ser objeto de conocimiento”. Subjetividad y objetividad reunidas en la cosa.

Ahora bien, despojado de la razón, desnuda la evidencia, puedo afirmar que afirmar: “Nada puedo conocer, más nada puede ser objeto de conocimiento” es falso. El hombre se guía por sus actos y estos son fruto de una experiencia o un impulso, este acto implica siempre un conocimiento, es nuestra reflexión la que puede ser errónea.

Al hombre se le es dado el conocimiento, él es fruto de la existencia.

¿En dónde radica el escepticismo?

Escepticismo es esencialmente eso, darse cuenta.

¿El mundo material es siempre una trampa?

6. 03 ESCEPTICISMO Y LAS PARADOJAS MATEMÁTICAS

El escepticismo se relaciona con el hecho de que un determinado tipo de vida o acción no puede ser catalogado como el «definitivamente correcto». Tampoco es acertado postular que los escépticos niegan dogmáticamente la posibilidad de todo conocimiento: la misma palabra skepsis implica «siempre buscar», «siempre investigar». En efecto, sería autocontradictorio afirmar plenamente que nada puede ser objeto de conocimiento ya que esa misma proposición sería paradójicamente elevada a la categoría de algo que se conoce.

6. 04 EPOJÉ vs ESCEPTICISMO

Según la definición de Sexto Empírico, la epojé es «el estado de reposo mental por el cual ni afirmamos ni negamos», o si se quiere una actitud mental de imperturbabilidad o ataraxia (del griego αταραξια). El concepto tenía distintos grados de «intensidad» según los distintos filósofos de esta corriente, abarcando desde la suspensión radical del juicio para algunos en el caso de especulaciones teóricas, hasta posiciones próximas del probabilismo en otros casos. En lo que respecta a aspectos no ya teóricos sino prácticos, el concepto tendía a confundirse con la ‘metripatía’, que puede traducirse como la adopción de una actitud de prudencia cuando se trata de evaluar sentencias de carácter moral.

En la fenomenología de Husserl, el concepto de epojé se redefine de una manera más radical, como un cambio fundamental de actitud no sólo respecto al conocimiento y a las teorías ya existentes, (lo que se aparenta a la suspensión del juicio) sino también frente a la realidad misma, cambio de actitud que Husserl describe con las imágenes de «poner entre paréntesis» (Einklammerung), de «desconexión» (Ausschaltung) de la cotidianeidad. Esta sería un presupuesto del método para llegar a lo que Husserl denomina reducción fenomenológica.

Tal radicalidad permite distinguir a la epoché en sentido husserliano, no sólo de la epojé clásica, sino también de todo otro concepto con el que puedan presentarse analogías, entre los que pueden citarse la duda cartesiana o la abstención de explicaciones metafísicas propugnada por Auguste Comte. Tampoco es para nada la negación de la realidad.

Ese cambio radical frente a la actitud «natural», nos pone en el umbral del conocimiento filosófico. Ferrater  Mora explica que en esa «puesta entre paréntesis» no sólo van a quedar encerradas las doctrinas y teorías respecto de la realidad, sino también, la realidad misma: como consecuencia de ello, la realidad no resulta modificada sino «alterada». Sólo esta actitud permitiría alcanzar la conciencia pura o transcendental.

6. 05 EL SILENCIO DEL CONOCIMIENTO

El conocimiento existe, en su mayor parte es hijo de la experiencia. El conocimiento en su mayor parte es silenciado, puede serlo como obligación social o como compromiso existencial.

Esto que digo no es fruto de la razón sino de la evidencia.

El impulso de nuestra sociedad es frenar el conocimiento.

Que el impulso del hombre es imparable y que el impulso del hombre es autodestructivo, son dos de los prejuicios que se hallan en la base del arquetipo que es el poder. El poder nunca llegó a estabilizarse como tal por que el poder nunca se llegó a conocer a sí mismo. El poder está oculto para sí mismo, ya que el poder siempre se basó en la ocultación y en la fe de lo oculto.

La profusión de ‘saberes’ ha ayudado a silenciar el conocimiento.

El poder, tal y como lo conocemos, es enemigo de la epojé. Resulta evidente que un conocimiento despojado del mundo no es interesante para el poder.

Cabe una pregunta ¿el mundo material implica siempre una trampa?

6. 06 DESDIBUJANDO EL CONCEPTO

Mi intención no ha sido la de crear unos textos para que se fijen conceptos. Son unos textos escritos para ser releídos, con azar o sin azar desde cada una de las distintas situaciones que se plantean individualmente. Cuando hablo por ejemplo de la belleza no me gustaría que se aprendiesen la lección dada, sino que partan en busca de la belleza, algo que no es fácil, solemos pensar en el Partenón, en las estatuas griegas, en un paisaje, pero eso no es la belleza, y no es tan sencillo ponernos en contacto con ella y mirarla cara a cara; lo normal es que nos sintamos desorientados, que no sepamos muy bien lo que buscamos, la misión de estos textos es, sin más, que partamos en su busca. Estamos demasiado acostumbrados a mirar ‘a través de’, y a no mirar la realidad directamente. La realidad nunca dejará de sorprendernos.

6. 08 LA INFERENCIA DEL OBJETO Y LA LÓGICA, DE LA LÓGICA Y EL OBJETO

El álgebra puede sustanciar el objeto y no sólo dotarle de sentido sino de funciones.

No todo enunciado es verdadero o falso. Una emisión lingüística es cualquier cosa que se diga: «Las ideas verdes descoloridas duermen furiosamente.»

Hay emisiones tales que al ser emitidas diríamos que estamos haciendo algo en vez de diciéndolo, pero no por el sentido fonético. Emisiones realizativas son las que no son ni verdaderas, ni falsas ni sin sentido. Se las conoce como emisiones realizativas (performative utterances) o más concretamente como actos performativos del habla. Por ejemplo:

  • Al decir «Sí, quiero» en una boda no enunciamos algo. Al decirlo en esas circunstancias realizamos el acto de casarse.
  • Cuando al pisar a alguien le decimos «le pido disculpas» tampoco enunciamos. Al decirlo, realizamos el acto de disculparnos.
  • Al decir «inauguro este pantano» no solo se afirma, sino que se modifica la situación legal de algo.
  • Al decir «Te apuesto diez euros a que mañana lloverá» se contrae un compromiso.

6. 10 LA PROTO-HISTORIA

Los ‘centros de fuerza’ son ciegos para las ideas y constituyen puntos de acción inferiores.

Son tan solo una legalidad contingente de índole estadística, hijos de una arbitrariedad mecánica que regula las leyes ónticas del individuo y anula la legalidad de la naturaleza.

El individuo puede doblegarse antes estos ‘centros de fuerza’ o puede tomar conciencia de ese antagonismo entre el espíritu y la vida.

El individuo es un desheredado de la historia fundada en la apropiación de las ideas y de los valores fundamentales del individuo.