04. 04 LA CONCIENCIA SENSITIVA

Conciencia supra-objetiva.

Simplifiquemos las cosas… el ser humano no puede cumplir su destino sin conocerse como miembro de los atributos del Ser Supremo, llámesele Dios, Conciencia Cósmica, Gran Espíritu…

Para el hombre/mujer-sujeto, que siente que aquello, que de hecho vive, tiene una realidad, cuya profundidad es proporcional a la importancia personal de su experiencia. Su criterio de lo real es el valor sensible que aportan a su persona las ventajas o los peligros, la riqueza o el empobrecimiento, las alegrías o tristezas, la plenitud o el vacío, la profundidad o la banalidad.

En el camino iniciático la conciencia sensitiva superior tiene un doble significado: es al mismo tiempo el fin y el camino hacia el fin.

LA EXIGENCIA QUE PERCIBE EL YO PROFANO Y EL SER ESENCIAL

El hombre/mujer –persona consciente y responsable- se vive en su centro como un yo que puede y debe hacer dos cosas: discernir y decidir. Él es exigencia de conocimiento y de libertad.

El hombre, consciente o no, siente la nostalgia no saciada de una vida que esté más allá de la muerte, de un sentido más allá del sentido y no sentido de este mundo, y de una protección que nada pueda ponerla en peligro.

Mediante esta nostalgia se expresa un SER sobrenatural.

El SER se manifiesta así en su triple unidad: en su fuerza como plenitud, en su orden como el sentido que está por encima de las contradicciones, en su unidad universal como refugio sobrenatural del amor.

Fuerza en la debilidad. Luz en las tinieblas. Amor en el abandono. (VERDAD INTERIOR).

¿Qué es la verdad interior?

Si miramos en los signos del I Ching, podemos observar que el centro se halla abierto. Esto señala que el corazón está libre de prejuicios, de modo que está capacitado para acoger la verdad.

El signo derivó en una pata sobre un huevo, o sobre un pichón, que contiene la idea de empollar.

El huevo es hueco. Es preciso que la fuerza de lo luminoso actúe en forma vivificante desde afuera. No obstante en lo interior ya ha de existir un germen de vida, para que la vida pueda ser despertada.