…Algo así quedó cosido a las neuronas de ese intento por permanecer despierto, por permanecer atento. Mientras las duras cuadernas del ejemplar, que había disimulado K. bajo su abrigo, profundo y oscuro comenzaban a dejarse desvanecer tras sus afilados límites. Sus sospechas ya no mordían a nadie, tan sólo permanecían apiladas, como inútiles significados sin destino.