El arte es capaz de revelar una actividad interior, una actividad del espíritu.
Nuestro espíritu es un motor. Las fuerzas espirituales luchan por manifestarse a través de nosotros y el arte es capaz de recogerlas. Recogerlas y mostrárnoslas adecuadamente, para que podamos comprender eso que mora en nuestra mente.
El arte como nueva consciencia.